Algo tan sencillo desde nuestro punto de vista como aprender la tabla de multiplicar puede convertirse en un horror para estas niñas, obligadas a tapar su cuerpo de arriba a abajo, a renunciar a su religión e incluso a aceptar sin más su venta por unos pocos dineros. Su venta, ¡dios mío!

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Un pequeño espacio para dar rienda suelta a tu libertad de expresión. Gracias por opinar.